jueves, 27 de agosto de 2015

Oslo: ÚLTIMA PARADA

Ekeberg camping, conocido también como oslo city camp. Hemos llegado esta mañana y no llovía. Así que para adaptarnos a su horario hemos comido a las 11.30, spaguettis morenos muy buenos. Mochila y paraguas por si acaso y para la ciudad andando, que está a 30 minutos. A los 10 minutos se ha puesto a llover y no poco. Total, hemos llegado a la ciudad mojaditos y lo primero que hemos visto han sido los centros comerciales! Pero eso si, nada de comprar que es la ruina!  

Salíamos a la calle y había dejado de llover. Decidimos ir a la ópera house y empezar la ruta turística. Sólo decir que las hamburguesas del Burger King son mucho mejores que las del McDonalds de ayer. Aquí es lo único que te puedes permitir en salir a comer fuera, porque como vayas de restaurante te gastas cinco veces más que en el fast food. 
Opera house



Descansando en el parque del palacio real

Palacio real
 En las zonas que rodean el palacio real no se puede correr ni ir en bici a más de 5 km/hora. Muy difícil, teniendo en cuenta que esa es la velocidad a la que se anda.




 Fortaleza y museo del ejército de Noruega





Y en medio de una rotonda de tráfico:

La mano de la familia Adams
Nada más que añadir. Como podéis ver el final de este viaje esta llegando y con ello se han acabado también las fotos impresionantes. Mañana haremos más turismo de ciudad y el sábado para casa. Hasta pronto

De caming en camping

Después del Kjerag empezaban nuestras vacaciones de relax. Y tanto que relax, empezó a llover esa misma tarde (24 de agosto) y hoy parece que piensa dar un poco de tregua.


Sin desviarme ni alargarme demasiado, llegamos al primer camping y hicimos una pizza GLUTENFRI (así se llama aquí) en el microondas de la cocina común y nos apetecía tanto, que cuando nos la acabamos a Isaac se le ocurrió que ni siquiera le habíamos hecho una foto. Demasiado tarde ya!!

Este camping, Neset, tenía wifi gratuito y acceso desde todos los puntos del camping...eso es cuestionable como mínimo, porqué conseguir la señal era toda una odisea. Aunque lo más difícil era no pederla al minuto.

 Así que con todo eso decidimos irnos al siguiente, que parecía que en aquella zona tenía que hacer mejor tiempo y tenía piscina climatizada. Que ilusos!!

Para llegar al Sorlandet, el otro camping, pasamos por unas carreteras ya comunes para nosotros hasta que nos topamos con un puente en el que sólo pasaba la caravana. Hubiera sido imposible compartir el puente con ningún peatón.



De camino nos compramos en el supermercado palomitas, para aprovechar el micro y ver una peli. La lluvia nos seguía! Nunca había hecho palomitas en un horno!! La situación fue surrealista. Las pusimos en el micro casi 30 minutos y como no había manera de calentarlas al final las metimos en el horno. La mitad salieron quemadas al cabo de 15 minutos, por lo que fuimos a buscar otro paquete y lo pusimos. El resultado fue conseguir menos de un paquete de palomitas comestibles!

Como seguía lloviendo y hablando con la recepcionista del camping descubrimos un camping en la ciudad de Oslo, decidimos venirnos a pasar los últimos días en la ciudad. Si no se puede salir mucho al exterior, pues hacemos actividades de interior (centros comerciales).

26 de agosto, emprendemos nuestro viaje de dos días hacia la capital de Noruega. Nos ha servido para descubrir pequeños pueblos de costa con su encanto, eso si, bajo la lluvia. Excepto algún momento de tregua. Si alguna vez venís por aquí y veis todas calles señalizadas como sino tuvieran salida, aparcar, que andando podréis pasar. Adentraros en los pueblos y descubrir su encanto y su naturaleza. Es alucinante.

Calle del centro de Kragero! Inicialmente sin salida