Día de carretera

Siguiendo el camino hacia el Kjerag hemos encontrado parajes para recordar y ya de paso nombrar: Lagos para bañarse con agua no muy fría, carreteras infinitas que recordaban a las típicas que salen en las pelis americanas, persecuciones a ovejas, merenderos varios....

El agua de los lagos es como un perfecto espejo! Si la Alba se está quieta y no salta encima de la madera claro, porque sino remueve el agua y ya no se ve nada.

Que graciosas son las ovejas cuando las persigues, corren patosamente. Mucho cuerpo, o mucha lana, para tan poca pata! por cierto, no las hemos probado, pero dicen que la carne de oveja está muy buena. Porque al estar libres, comen lo que pillan.

Como que el día de hoy sólo trataba de conducir, nos hemos permitido un lujazo. Isaac estaba encantado! Patatas fritas en el menú. Y en la parada de la comida hemos conocido a una familia de Murcia que había venido en coche desde casa. Para los que se lo planteen, el calculaba bajar en 5 días, sabiendo ya lo que había tardado en subir.

Y de nuevo carretera infinita hasta el final del día, casi llegando al Kjerag.

PD; se suponía que dormir cerca del Kjerag iba a sera un problema, si no queríamos pagar camping. Pero en la carretera que va hasta la ruta hay bastantes esplanadas en las que se puede dormir. Eso sí, ninguna de estas tiene lavabo (es la excepción de la zona, ya que todo el país está lleno de paradas con lavabos gratuitos)